sábado, 1 de octubre de 2022

 1º CONCIERTO DEL XV CICLO DE ÓRGANO DE LARRAGA CRÓNICA DEL CONCIERTO Alejandro Ibáñez 

 Los Ciclos de órgano Diego Gómez, que celebramos duranta la 2º quincena de agosto de cada año, son ya un referente musical sobre todo en la Comunidad Foral de Navarra.

El público conoce esto y acude, acudió con ganas, el viernes 19 de agosto, día del comienzo del XV Ciclo, a oir buena música. 

Los miembros de la Asociación Diego Gómez, se mostraban inquietos porque todo salga como Dios manda, sin problemas sanitarios por el Covid ya casi superados y sin motivos aparentes para que todo culmine como es deseable. 

Fue un gran concierto interpretado, de forma brillante, por dos Concertistas de altura, consagrados en el mundo musical, como son el organista titular de la catedral de Sevilla, Don Carlos Navascués y su sobrino Don Javier Navascués con el cello, ambos de origen navarro. Don Carlos repetía concierto en Larraga despues de varios años de ausencia, algo que le permitió conocer, muy de cerca, las múltiples prestaciones que ofrece este intrumento barroco.

En los ensayos, les vimos preparar las obras, primero por separado y posteriormente juntos, con sumo cuidado y rigor, en la elección de registros, su manejo, fundamental para conseguir las mejores sonoridades en el uso de los mismos. A mi entender, lo consiguieron en el estreno. 

El programa elegido fue clave para el éxito, con obras muy variadas que van desde los S. XVI al XXI. El concierto arrancó con un movimiento suave en el teclado romántico, de la Sonata en mi menor de Jaccini, para culminar con un movimiento presto, más alegre, alternando los dos treclados, a modo de Zarabanda. Esto fue un buen augurio. 

Muy curiosa, en mi opinión, fue la interpretación de la partitura “Pequeña suite para mostrar un Órgano”, del compositor contemporáneo Guy Bovet. La partitura muestra diferentes movimientos cortos, en los que el Concertista va combinando distintos registros en ambos teclados y en cada uno de los movimientos: vemos el uso de los registros del lleno, trompeta real, violon, flauta, corneta, dulciana, etc. Carlos Navascues manejó de forma magistral los distintos registros en cada movimiento, consiguiendo bonitas sonoridades. Por cierto, el registro de la corneta, con su sonido tan brillante, espectacular en este órgano de Larraga y que tanto gusta al público, fue utilizado en varias de las obras del programa, como registro solista que es. 

Esto es importante y al público le gusta que los interpretes saquen el máximo rendimiento a las posibilidades de éste tipo de órganos, y lo premia con fuertes aplausos que oímos a lo largo de todo el concierto.

En la Sonata de Torelli, vimos una preciosa combinación para órgano y cello, con movimientos lentos y alegres alternando, brillantemente interpretados por ambos músicos. Lo mismo en la Sonata de Corrette, con movimientos más vivos y acelerados, en los que no faltó el registro de los pajaritos que gusta al público. Una gran obra, en mi opinión. Los amantes de la música barroca, pudimos disfrutar con estas dos partituras, en versión órgano y chelo, una música agradable al oído, que siempre impresiona por su belleza. Una delicia. 

Con tintes populares de carácter español, a modo de danza, oímos una preciosa interpretación al órgano de la “Españoleta”, partitura anónima recuperada por Fray Antonio Martin y Coll y escrita, según parece, en el S, XVII. 



Por último, como colofón, la obra de nuestro director técnico Don Jesus M.ª Muneta, en tres movimientos, genialmente interpretada por Don Carlos Navascués y Don Javier Navascués, que nos dejaron un gran sabor de boca en este primer concierto del XV Ciclo de Órgano Diego Gómez

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