lunes, 24 de agosto de 2020

 

2º CONCIERTO DEL XIII CICLO DE ORGANO DE LARRAGA

CRONICA CONCIERTO DEL 22 08 2020

ALEJANDRO IBAÑEZ




Ayer, viernes, segundo concierto del XIII Ciclo de órgano de Larraga (Navarra). Como el anterior, hubo orden y comportamiento excepcional por parte del público asistente, en lo que se refiere a las medidas de seguridad sanitarias, fruto de una planificación esmerada por parte de los miembros de la Asociación Musical Diego Gómez que organiza el evento.

Juan San Martin Guerrero, titular y responsable de los órganos de la Basílica del Pilar y de la Catedral de la Seo de Zaragoza, nos ofreció un concierto excepcional, extraordinario, con una ejecución bellísima, en mi opinión, o así me lo pareció: una música alegre ( en el Passacaglia, de Kerl, por ejemplo, interesante y muy bien interpretada, con mucha sonoridad, lo mismo en la "fiesta" y en "la batalla de clarines", de Willscher), o una música suave, melodica, dulce (a veces con solo dos registros al comienzo de "La Canzona", de Bach, o en "Elevazione", qué música tan bella se puede hacer con pocos registros, música dulce que penetra en el interior de cada uno con calma).

Demostró un perfecto manejo de los registros de este tipo de órganos románticos, utilizándolos a su antojo en los dos teclados, a sabiendas de lo que tenía entre manos y ofreciéndonos nuevos sonidos que no escuchábamos con anterioridad. Así me lo pareció.

A la mente me viene la preciosa interpretación del "Ballo del Granduca", de Sweelink, donde Juan San Martin alterna los dos teclados, con registros que ofrecen sonidos de gran belleza, como es la corneta (con una riqueza de sonido espectacular, en este órgano de Larraga), acompañada del registro del lleno y otros. Una preciosidad.

Y así transcurrió todo el concierto. El programa era asequible para demostrar todo esto. El público se encontraba a gusto escuchando y comprobando, a través de la pantalla, los movimientos continuos de cambios de registro y teclados, cómo el Concertista los iba manejando, ofreciéndonos sonidos de gran belleza.

En la partitrura "Elevazione", de G. Barbieri y en el "Coro de voces humanas", de Lefébure-Wély, vimos la utilización de las contras (o pisas) tocadas con los pies, como si se tratara de un pedalero normal de los órganos más recientes en la historia.

Por último, todo lo comentado lo pudimos comprobar, en la partitura de Willscher, amena desde el principio, en sus distintas variaciones, terminando la partitura con el postludio en un final apoteósico, con la mayoria de registros abiertos, incluida la trompetería magna.

En definitiva, un gran éxito de Juan San Martin Guerrero que quedará en la memoria de los que asistimos y en la memoria de la Asociación Musical Diego Gómez por su acertada calidad musical que nos dejó.

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